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Tema

Sistema Óseo - El Esqueleto Humano


El esqueleto del adulto está formado por 206 huesos independientes.
Se divide en dos partes principales, el esqueleto axial y el esqueleto apendicular.
El esqueleto axial está constituido por 80 huesos, mientras que el apendicular consta de 126 huesos que se organizan como apéndices del esqueleto axial.
Los huesos de la cintura escapular y pélvica, y los de las porciones libres de los miembros superiores e inferiores son parte del esqueleto apendicular.
El esqueleto axial, por su parte, comprende todos los huesos del cráneo, la cara, la columna vertebral, el esternón y las costillas.
El esqueleto del hombre y la mujer poseen diferencias reconocidas. El tamaño y el peso son mayores en el esqueleto masculino. La pelvis es la estructura que muestra las mayores diferencias en cuanto a la forma, dadas por la adaptación de la pelvis femenina a la función reproductora (5)(6).
La cabeza comprende el cráneo y la cara.
En la parte más anterior del cráneo se halla el hueso frontal, situado por delante de los parietales y el esfenoides; además de estos huesos, se articula con el etmoides y otros huesos de la cara, formando buena parte de las cavidades orbitarias y nasales.
El esqueleto de la cara tiene dos partes principales: el maxilar superior y la mandíbula, formada exclusivamente por el hueso maxilar inferior. El maxilar superior está constituido por 13 huesos, de los cuales sólo uno es impar: el vómer. Los demás son pares: los maxilares superiores, los unguis, los palatinos, los cornetes inferiores, los huesos propios de la nariz y los huesos malares.
La región lateral o temporal del cráneo está formada por el hueso parietal, el frontal, el temporal, y el ala mayor del esfenoides. Se observan las diferentes suturas que unen los huesos entre sí, y las que unen al hueso malar a la apófisis orbitaria externa del hueso frontal y a la apófisis cigomática que se desprende de la escama del hueso temporal. En la porción central de este hueso se reconoce además el conducto auditivo externo, la apófisis estiloides y un sector posterior, la apófisis mastoides (9)(12).
El esqueleto de la mano se divide en tres sectores:
el carpo, formado por ocho huesos cortos dispuestos en una hilera superior o antebraquial, y una hilera inferior o metacarpiana;
el metacarpo, compuesto por cinco huesos largos denominados metacarpianos;
y finalmente las falanges, que forman el esqueleto de los dedos (5)(9).
El esqueleto del pie comprende los huesos del tarso, el metatarso y las falanges.
El tarso está formado por siete piezas óseas dispuestas en una hilera posterior y otra anterior.
El metatarso está compuesto por los cinco metatarsianos que sirven de base a los dedos del pie.
Las falanges de los dedos del pie son similares a las de la mano y también se encuentran tres por cada dedo, excepto en el primero en el que existen sólo dos (5)(9)(12).

La columna vertebral configura el eje longitudinal del esqueleto. En conjunto forma una estructura flexible debido a que está compuesta por distintos segmentos.
Consta de veinticuatro vértebras, además del sacro y el cóccix.
La columna cervical está formada por siete vértebras; las dos primeras, el atlas y el axis, se diferencian de manera notable de las restantes.
Las vértebras cervicales presentan un cuerpo ancho y plano, articulado con el de las vértebras vecinas por las apófisis semilunares.
La columna dorsal o del tórax se encuentra integrada por doce vértebras, y su principal característica es que éstas se articulan con las costillas. El volumen del cuerpo va en aumento desde la primera a la duodécima vértebra dorsal.
La columna lumbar la componen cinco vértebras sólidas y móviles, de cuerpo voluminoso. La mayor altura de los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales determinan por delante la curvatura lumbar de concavidad posterior. El sacrocóccix forma la base de la columna lumbar (5)(9).